El grupo culmina la gira este viernes 11 de octubre en la plaza del barrio que dio nombre al disco. El concierto forma parte de la programación de las Fiestas Populares · Estarán acompañados de L’Home Brut y Verbena Warriors
Tardor nunca ha pisado Patraix. El barrio está en sus canciones, en las fotografías, los videoclips y a las entrevistas. Luce en la carátula del disco y en la escenografía de la banda en cada una de las actuaciones de estos dos años, todas ellas en lugares lejanos al territorio mágico que describen las letras. Porque Patraix todavía no ha sonado en Patraix.
El quinteto valenciano saldará la deuda la noche del próximo viernes, 11 de octubre, que completa el viaje precisamente en el lugar donde empezó todo. En Patraix nació una idea cautivadora, la cual cristalizó en el disco más exitoso de la banda y en una aventura de directos extenuante. Ahora, las calles que fueron origen serán también la meta. La entrada será libre.
Es hora de devolver las melodías al barrio que las prestó. La melancolía, sin embargo, será desterrada de esta celebración. El concierto forma parte de la programación de las Fiestas Populares de Patraix y convertirá la plaza del barrio en un auditorio natural que acunará a la banda y al público. El grupo se ha reservado un último as en la manga para la escena postcréditos. Habrá que esperar al final del final.
En la reinvención del tradicional Festitraix, Tardor no estarán solos y les acompañarán L’HomeBrut y Verbena Warriors. Los conciertos darán comienzo a las 22.30h. Será una fiesta colosal, el final.
Dos años y un poquito más
Patraix vio la luz en septiembre de 2017. El álbum reflejaba la entrada en la madurez de Tardor, con letras que celebraban la felicidad de construir un nido en la ciudad donde habían crecido y melodías llenas de pop luminoso. El grupo creció con la incorporación del teclista Yeray Calvo. El disco era una apuesta sin pretextos, la producción más ambiciosa de la trayectoria de la banda.
Han salido reforzados después de asumir este punto de inflexión. El camino ha sido largo y lleno de hitos extraordinarios, como las dos noches en el Palau de la Música o el premio Ovidi al mejor álbum pop. El tercer LP de la discografía se ha desplegado en medio centenar de escenarios: salas, auditorios, plazas y festivales. Y ha supuesto la creación de un sello, Primavera d’Hivern, que ha empezado a escribir su propia historia.